Jaime Jaramillo Escobar
(Pueblorrico, Antioquia, Colombia, 1932)
De: Los poemas de la ofensa
Primer Premio Concurso nadaismo de poesía 1967
Conversación con W. W.
"El sapo es una obra maestra de Dios"
Walt Whitman
Walt Whitman
Viejo, no te burles,
que Dios hizo lo que pudo.
Además, el sapo no es la medida de Dios, evidentemente, pues el elefante es un monstruo más grande, con su larga nariz,
y el hombre un monstruo todavía más grande, portador a dos manos de su alto falo,
de cuya punta beben las jirafas del crimen, y quien, no contento con su estatura,
ha levantado estatuas suyas gigantescas sobre altísimos pedestales,
pero entonces se han levantado también estatuas de Dios igualmente altas y arrogantes,
ya que El no quiere ser menos que el hombre.
¿Y has visto en cambio a los sapos u otros animales levantándose a sí mismos monumento alguno o siquiera una tumba?
Sólo tienen estatuas los animales que el hombre ha tomado por compañeros, como el caballo,
y eso porque aparece montado encima de él para hacer más alto su pedestal;
y el perro por la comprensión sexual que hay entre los tres: Dios, perro y hombre.
Y las figuras de águilas y de leones porque el hombre siempre ha aspirado a ser un animal feroz y de rapiña;
eso, claro, lo sabemos,
pero la hormiga no reconocería un monumento a su laboriosidad,
ni la abeja un monumento a la hormiga,
y menos la rana: no la nombres,
la pobre rana que se pasa gritando en las lagunas para decir que está allí,
igual que tú,
y que Dios, que es el que más grita.
Pobrecito Dios; ¡y tú burlándote!
Si creó a los poetas, ¿por qué no podía crear también a la rana?
¿No creó a la tortuga?
¿Y al armadillo que es una tortuga torturada?
¿Es que Dios no creó sino sólo monstruos?
¿Y qué otra cosa podía hacer?
Dices que tu amante no es un monstruo, pero yo le veo diez uñas afiladas,
y un pene como una sanguijuela pegado a ti toda la noche;
no charles, Walt,
tómate esa cerveza sin mojarte la barba,
viejo marrullero,
andando empeloto por las calles de Manhattan delante de los aprendices
durante un sueño que tuviste una noche cuando te acostaste un poco ebrio.
¿Conque la rana es una obra maestra de Dios, no?
¡Entonces yo también!
Y si yo soy una obra maestra de Dios entonces Dios tiene que ser muy pequeño,
un artista muy malo, francamente.
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